MUJERES FUERTES

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Las estadísticas  en cuanto a las enfermedades físicas, emocionales y mentales en la mujer no son alentadores. Cada vez son más los hogares golpeados por enfermedades, sufriendo graves trastornos, ya que nosotros  las mujeres somos los catalizadores de nuestra casa, de nuestro hogar, de nuestra familia.

 La función de los catalizadores es acelerar, retardar o neutralizar una reacción química. Y las mujeres también podemos neutralizar una situación difícil, acelerar en la adquisición de bienes, por nuestra buena administración y retardar o hasta diluir discusiones, pleitos. Pero una mujer alterada en sus emociones, en su mente y sin Dios en su corazón, va a acelerar los efectos de los problemas que están sucediendo en el hogar. Una persona enferma requiere de atención y es muy difícil que pueda ser de ayuda.

 Cierta mañana los habitantes de un barrio de la Florida al mirar por la ventana, vieron con asombro, que el edificio de enfrente de ellos se había hundido literalmente. Los carros se habían caído en el hoyo.

 Los científicos dicen que en el subsuelo cuando no llueve, las corrientes de agua se secan, y estas corrientes de agua son las que dan el soporte  al suelo, y al secarse, todo el peso que tienen encima  se hunde, ellos le llaman socavones. 

Creo que algunas de nosotros  nos hemos encontrado en alguna situación en la cual sentimos que nos estamos hundiendo, y que nada es seguro. Nos sentimos tan mal, que creemos que nos caemos en un abismo sin fondo ¿ Cual es la diferencia entre dos mujeres con los mismos problemas, pero que los resuelven de una manera diferente? Es la Fortaleza interior y esta es clave para no hundirnos como el edificio de la Florida cuando se acumulan las cargas, los problemas, las necesidades integrales que tenemos.

 Hace tiempo me hicieron una biopsia en la matriz para ver si tenía cáncer ; y el tiempo de la espera del resultado , fue difícil al pensar en la posibilidad de tener esta enfermedad.  Porque para nosotros las madres lo que más nos preocupa son nuestros hijos ¿ Cuantas mujeres están muriendo por enfermedades incurables? y no quieren dejar a sus hijos.

 Cuando estudio los evangelios, y leo los encuentros que tuvo Jesús con las personas necesitadas; unas veces ellas oyeron de Jesús  y propiciaron un encuentro, otras veces Jesús los busco y otras veces fueron encuentros fortuitos. Pero ya sea por una situación u otra , de repente se encontraron de frente con  nuestro Señor y siempre Jesús les pregunta su situación y que esperan de el.  Si en este momento Jesús estuviera frente a ti ¿ Que le dirías? ¿Que le pedirías? 

JESÚS TENGO NECESIDAD DE SANIDAD EN MI CUERPO

 En Lucas 8:43-48, nos cuenta la historia de una mujer que estaba enferma de hemorragias desde hacía doce años, ella se había gastado todo lo que tenía en médicos y ninguno la había curado.

 Ella no tenía esperanza humana,  pero oye de Jesús  que va pasando por donde ella se encontraba; sin embargo es tan grande la multitud que casi es imposible llegar hasta donde se encuentra el para pedirle que la sane. Esta mujer tuvo dos opciones: Una era desistir de llegar ante él porque había que vencer obstáculos y la otra era quitar esos obstáculos, y esto fue lo que ella hizo. Se fue por debajo de las piernas de las personas y de repente se encuentra con los pies de Jesús, y con el borde del manto que él llevaba y fue tan grande la fe de esta mujer que al momento de tocar el borde del vestido de Jesús se detuvo el flujo de su sangre. ¿ Tienes necesidad de sanidad? déjame decirte que nuestro Dios está interesado en sanarte, pero tienes que quitar los obstáculos que no dejan acercarte a Jesús. Jesús sanó mi matriz, y e visto infinidad de sanidades, a sanado a mis hijos, me a sanado a mi en diferentes ocasiones y te puede sanar a ti.

 JESÚS TENGO NECESIDAD DE SANIDAD EN MI ALMA 

Alma se siente destruida; su esposo que tanto ama, se a ido de su casa para vivir con otra mujer. El le dijo que ya no la ama, y que está enamorado de otra persona.

 Mónica  acaba de recibir la llamada de su esposo que en quince minutos llega. El viene manejando de otra ciudad; pasan diez minutos y recibe una llamada, su esposo sufrió un accidente y murió. 

Hay infinidad de mujeres con tanto dolor en su corazón, sin embargo no debemos de quedarnos ahí  hundidas en un pozo de desesperación. Las gentes que te rodean, se preocupan por ti, y buscan la manera de ayudarte en sus fuerzas y con sus recursos; pero hay alguien que te ama y que me ama, y que va  a ir más allá  de lo que cualquier persona pueda hacer, por ti y por mi, y esa persona es Jesús.

 La mayoría de la personas solo tiene información de Jesús, pero no es la información que tenemos de Dios , lo que va a cambiar nuestra vida. La mujer con flujo de sangre tuvo la información de Jesús, sin embargo fue más allá, tuvo un encuentro con el. 

Así nosotros debemos de buscar tener un acercamiento con nuestro Dios, para decirle como nos sentimos, y sobre nuestra necesidad de sanidad en el alma. Si muchas de nosotros pudiésemos gritar, lo que nos aflige, lo que nos preocupa, lo que nos duele, pero no lo hacemos audiblemente, pero en nuestro interior hay angustia desesperación, pero el que nos formó, nuestro creador y Señor, si lo oye. Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mi, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar  del pozo de la desesperación, del lodo cenagozo; puso mis pies sobre la roca y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios . Salmos 40:1-3.

Era una noche en la cual estaba una fuerte tormenta de nieve. Se encontraba una familia cenando  con la chimenea prendida y la calefacción. En ese momento tocan la muerte y era una mujer indigente, la cual les pidió posada. El padre de familia le dijo que si le iban a dar hospedaje, solo que tenía que dejar afuera de la casa un costal, muy mugroso que traía cargando y las alfombras de esa casa eran blancas, pero la mujer le dijo que ella no podía dejar ese costal,  y prefirió no  quedarse en un lugar caliente y seguro.

  A la mañana siguiente  encontraron a la mujer  muerta , con nieve encima y su costal.  Lo abrieron para ver que había en ese costal tan preciado para esta mujer, y al abrirlo para su gran sorpresa se dan cuenta que era basura y objetos que no servían para nada.

  Enseñaba Jesús  en una sinagoga, en el día de reposo, y había ahí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba ENCORVADA , y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y pusó las manos sobre ella; Y ELLA SE ENDEREZÓ luego, y glorificaba a Dios. Lucas 13:10-13.

En el transcurso de nuestra vida hemos ido acumulando cargas y a veces hasta basura en el corazón. Nos hemos atado con personas, con odios, con resentimientos, con venganzas, con frustraciones, con dolor, con fracasos. Esta mujer tenía dieciocho años atada con esta enfermedad, que la tenía encorvada.

 Esta mujer asistía a una iglesia, pero no es  la información, ni la cultura religiosa lo que nos va a ser libre de todas las cargas que traemos sobre nosotros, y no nos permite mirar hacia adelante.

 Es tener un encuentro con Jesús  y pedirle que nos toque, y nos quite esas cargas  que nos tienen encorvadas. Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cuello, y el yugo se pudrirá a causa de la unción. Isaías 10:27. 

Cuando no tenía a Jesús en mi corazón, me sentía vacía, seca, no tenía paz. Y así es como muchas personas viven. Pero dice su palabra: A todos los que se sienten vacíos, solos,  a todos los que están heridos, sedientos, a todos los enfermos del alma, de su mente, de sus emociones, de su cuerpo, vengan a mi, y yo les doy mi Santo Espíritu, el cual va entrar a tu corazón, y lo va a llenar, y te va a dar vida y vida en abundancia. 

 Él te va a guiar y ayudar a tomar buenas decisiones, va a estar siempre contigo, ya no vas a sentir la soledad. Ya no gastes tu tiempo, tu economía, tus fuerzas y tu vida misma en lo que no te llena, dice Dios, te quiero transformar en  una nueva mujer.

 La diferencia entre una mujer en crisis y una mujer fortalecida, es la presencia de Jesús en su vida. Con toda seguridad te digo que nuestra vida, nuestros hijos, nuestro hogar, nuestras finanzas, nuestro matrimonio, etc. están seguros en sus manos.

  Jesús entra a mi corazón.  Te entrego mi vida y te pido que seas mi Señor .